1. Se trata de escribir un relato rompiendo de alguna manera las reglas narrativas, donde primará lo inverosímil e incoherente. Y tal como rezaba la propuesta de nuestra compi, si el final es ridículo (del tipo Deus ex machina), mucho mejor.
No es fácil escribir un relato así, aunque en un principio lo parezca, así que os sugiero que antes de empezar os documentéis y busquéis relatos similares para ver cómo están desarrollados.
El chupito
Mercedes desea a toda costa tener un hijo,
ha tenido novio con derecho a roce durante cuatro años, dos de ellos
viviendo juntos, pero al final han podido más las discusiones que el cariño y el
amor. Es una chica corriente con treinta años y trabaja de cajera en un centro
comercial, está decidida a realizar la "inseminación artificial" con donación de un
banco de esperma, pero después de ir a varias clínicas y preguntar le sale carísimo,
y como no tiene dinero para pagárselo se le ha ocurrido practicar una “inseminación
natural”.
Ni corta ni perezosa, publica en el muro: “Quiero tener un hijo, necesito voluntarios. Deberán tener > 25 y < 40. Medir > 1,80. con ojos claros y mucho pelo. Los
elegidos deberán de hacer las prácticas los lunes, miércoles y viernes. Lugar
de encuentro el Vips de la esquina de Serrano con Príncipe de Vergara de
Madrid, a partir de las 8 de la tarde del lunes 26 de mayo. Pondré en
mi mesa dos rosas y preguntar por anónima. Porfa pasarlo, estoy desanimada.”.
Mercedes está muy inquieta, ha pedido el
día 26 de vacaciones. Quedan cuatro días para la cita y ya ha ido dos veces a
la peluquería, otras dos a esas tiendas de “Nails Secret” donde te dejan muy
bonitas las uñas por pocos euros; incluso se ha arreglado las uñas de los pies.
En su centro comercial, que la hacen descuento se ha comprado un vestido cortito
y unos zapatos con plataforma no muy altos de un color rosa pálido.
Comienza el día 26 mirando en el muro y tiene "a 856 personas les gusta esto" y 69 comentarios y se entretiene en leerlos, unos son cariñosos y otros la mayoria groseros, muy groseros. Por la tarde se va a la peluquería,
compra en la floristería del mercado dos rosas blancas y va al Vips. Llega
justo y se sienta en una mesa cerca de la entrada. Deja las rosas, e intenta leer.
Le es imposible concentrarse, mira a todas las personas que entran, las observaba con mucho detalle hasta que se
sientan . Al cabo de un buen rato, le llama la atención una abuela con
pelo corto blanco que entra. Vestida con colores alegres, collares y pulseras que da un aspecto juvenil. La abuela está mirando a todas partes,
como buscando a alguien y se fija en Mercedes y en sus flores, avanza con paso decidido hacia ella.
Mercedes aguanta la mirada y
espera.
—Hola, ¿Eres anónima?
—Sí, ¿Viene por lo del anuncio? —Mercedes lo
dice muy bajito, con miedo a que diga que sí.
—Pues sí, ¿Puedo sentarme? el caminar me
cansa mucho.
— ¿Quiere tomar algo la señora? —pregunta
el camarero que se ha acercado silenciosamente.
—Un café descafeinado en taza, con sacarina, poco café y lecre desnatada templada, por favor.
—responde la abuela.
—Ya me dirá. —respira a fondo Mercedes.
—Sí, hija. ¿Por cierto cómo te llamas? Yo me
llamo Natalia.
—Mercedes.—acompañandolo de un suspiro.
—Pues mira Mercedes, mi nieta es la que me ha
leído tu anuncio, y a mí se me ocurrió que te podía ayudar.
— ¿Cómo? —recelaba Mercedes.
—Si mira. Mi Antonio que en paz descanse
era muy fogoso, bueno tú ya sabes lo que quiero decir, y cuando celebramos las bodas de oro se le ocurrió
rellenar cinco vasos, de esos de chupitos, con su líquido. Bueno aunque nos costó
mucho llenarlos, los dos primeros fueron fáciles, pero en los otros y sobre
todo el último me tuve que emplear a fondo para poder casi llenarlo. Luego para que no se estropearan
los tapamos con un plástico y los metimos en el congelador y allí se quedaron.
— ¿La leche, cuantos años tendría su
marido? —Mercedes estaba muy intrigada pues aun no sabía cómo podría ayudarla,
en lo suyo.
—Pues bastantes, mira Mercedes, ahora tengo
noventa y dos y hace por lo menos veinticinco que he enviudado, pues mi
Antonio tendría setenta. Ya sabes que en aquellos tiempos nos casábamos muy jóvenes.
El acababa de volver del ejército, estuvo cuatro años destinado en Ceuta. Bueno
a lo nuestro, hace poco mi nieta dio una fiesta en mi casa con sus amigos y uno
de ellos no se dio cuenta y utilizó tres de los chupitos como si fueran cubitos de
hielo en la ginebra.
—No me diga, ¿Sabia bueno?
—No lo sé, creo que ni se enteraron, pero
bueno yo te doy gratis los dos que quedan, dime dónde y te los lleva mi nieta metidos
en una neverita para que no se estropeen y conserven todas sus propiedades.
—Me deja perpleja, es lo último que podría
pensar. ¿Cómo era su marido? Lo digo para saber cómo puede salir el niño,
claro. — Comenta, mientras busca en su bolso papel y lápiz.
—Pues era de ojos verdes preciosos, sobre
los cuarenta comenzó a perder pelo y a tener un poco de panza, pero era alegre,
bondadoso, muy cariñoso y que sepas que tuvimos doce hijos. —Mercedes está
escribiendo y se le nota la cara de satisfacción.
—No te preocupes, luego en casa los dejas
descongelar o los metes al microondas y con una jeringuilla te la metes como si
fuera un tampón y te haces tú misma la inseminación.
—No sé, no sé. —Lo veo complicado,
pero si me ayuda su nieta lo podriamos hacer.
—No pierdes nada, mira dame tu dirección y
se lo digo a mi nieta es enfermera y trabaja en la
consulta del necrologo. Está acostumbrada a esas cosas.
—¡Vale!
Un abrazo adictos
El contador comienza en 8300
Jejeje inverosímil sí que es lo que le pasa a Mercedes. Me hizo gracia también el "número" de comentarios que le dejaron. Muy entretenido, me ha gustado. Un saludo! :)
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario, como no sabia que número poner se me ocurrio ese. Un abrazo.
EliminarMe ha gustado mucho el tema, el desarrollo y la dinámica de la historia. Estuve interesada de principio a fin. Una pequeña observación es que algunas partes del relato están narradas en tiempo presente y otras en pasado, tal vez sería bueno unificar.
ResponderEliminarOtra vez, un muy buen relato.
Abrazos!
Muchas gracias por el comentario. Me alegra mucho que te guste y que estuvieras intrigada hasta el final. Gracias. UN abrazo.
EliminarAunque lo he leido, debo hacerlo mas despacio...me da la impresión que no he captado nada. Vuelvo a leerlo. Bien escrito, muy evolucionado para los inicios...pero no me dice nada, seguro qe influye mi cansancio emocional despues de muchas horas de trabajo. Un bbeso JL, lo vuelvo a leer... :)
ResponderEliminarGracias por leerlo tantas veces, como minimo te he sacado una sonrisa. Queria hacer algo inverosimil pero simpatico, no se si lo he logrado. Te mando un fuerte abrazo.
EliminarTambién me gustó desde el principio, es bastante gracioso, creo que hice caras cuando leí que usaron el contenido de los chupitos de hielo y sin duda alguna me entretuvo.
ResponderEliminarBesito
Muchas gracias por la sonrisa y por leerlo y comentarlo. Me vale si has logrado llegar al final. Un abrazo.
EliminarYo también me quede perpleja como Mercedes, mira que, quién fue quien la ayudó a fin de cuentas o_O
ResponderEliminar¡Buen relato, muy divertido! ¡Un abrazo!
Muchas gracias por el comentario, espero haberte sacado alguna sonrisa. Como tenia que ser inverosimil no podia ser un tio bueno, sino algo distinto. Gracias. Un abrazo.
EliminarMe ha encantado el final, es lo que más me ha gustado del relato. No es que lo anterior fuese malo, qué va, se ajustaba muy bien a las bases y te quedabas preguntándote: ¿Cómo? Pero el final ha sido un remate que me ha enamorado.
ResponderEliminarUn abrazo
Antonio V. García.
Muchas gracias por el comentario y que te guste el relato. Me alegro que el final te encante pero no me salia otro mas inverosimil. Te mando un fuerte abrazo.
EliminarInverosímil y entretenido, ¡muy bien!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por leerme. Te mando un abrazo.
EliminarTuve que leerlo un par de veces porque eso del "con su líquido" me lo había perdido, y no entendía desde allí, pero ahora puedo decir que es ingenioso y divertido. Me sacó una sonrisa tanto por la extraña historia como por el raro final. Ciertamente inverosímil ;)
ResponderEliminarMuchas gracias por leerlo varias veces y por comentarlo. A mi me ha divertido mucho escribirlo, al tener que buscar algo inrverosímil. Te mando un abrazo.
EliminarA mi tambien me gusto muchisimo, captura el interes hasta el final siempre acompañado de humor y sorpresa... Pero creo que le vendria mejor un final inesperado, un vuelco repentino en pocas lineas... Muy bueno, felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, me alegra mucho que te gustara. Intentaré cambiarle el final. UN abrazo.
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