miércoles, 17 de junio de 2015

Proyecto de junio: Hace calor



La temática del relato ha de centrarse en el calor, ya sea ambiental o sensación térmica, vale cualquiera de sus formas siempre y cuando sea el protagonista. Vuestra creatividad será la encargada de dar el enfoque: podéis contar una historia que transcurra en un día caluroso o que vuestro protagonista tenga 40º de fiebre. ¡Sea como sea tenéis que conseguir que vuestro relato transmita CALOR!




Calor

Maruja está viendo a Mónica López por la televisión, la mujer del tiempo, que vaticina mayores temperaturas para mañana, unos 6 o 7 grados más. Además dice que se avecina una gran ola de calor para las dos próximas semanas y que pasaremos incluso de los 52ºC. Se le agrandan los ojos y no se lo puede creer. Se recoloca la bufanda por el cuello y termina de ponerse los guantes de lana. Está sentada en su sillón con respaldo alto, robusto y tapizado con lana. Viste un pantalón grueso y camiseta con sudadera.
— ¡Mama!, ¡mira lo que dicen en por la tele!
Desde la puerta de la habitación le escucha Asunción, poniendo cara de contradicción y pena.
—Ya lo he oído, cariño. Que le vamos a hacer. Tú procura que no te de el sol.
Maruja, tiene alergia al calor, y sobre todo a su propio sudor. Vive materialmente en su habitación con aparatos de aire acondicionado, para que la temperatura no suba nunca de 15ºC. Ha estado varias veces en urgencias del Gregorio Marañón por problemas de este tipo, pero se esta agravando y últimamente tienen que llamar al 112 (urgencias) para que el médico vaya a su casa.
Tiene veintiún años, está estudiando psicología a distancia por la UNED y todo el día está sentada delante del ordenador. Como no puede hacer deporte, ni sudar, está un poco gordita que lo remedia comiendo muy poco, cuando hay garbanzos solamente se sirve dos docenas de ellos y una patata.
Aun así lo lleva bastante bien; hace poco ha conocido a Carlos, en un portal de internet de esos que buscan pareja. Puso una fotografía de ella de hace unos años, cuando no le había salido el sarpullido por la cara, el cuello y el pecho. Lleva más de dos meses chateando con él, conociéndose, pero nunca le había dicho su enfermedad.

Vió en el chat que Carlos se acababa de conectar y se puso a escribirle.
—Hli Carlos, stas ahiiiiii?
Estuvo esperando, hasta que por fin recibió la respuesta.
—siiiiiii, cm lo llevas?
—bn, un poco pachucha, con ste calor, no ay quien aguante.
—y q lo digas. Sbs, tngo ganas de verte!
Maruja, estaba siempre prorrogando ese momento, pues no sabía que responder, y siempre cortaba la conversación, pero Carlos era distinto, tenía un punto que le agradaba.
—Te cntesto en un rato, no te vallas.
De repente se puso a llamar a su madre, toda nerviosa.
— ¡Mamá, ven corriendo!
La madre que pensaba que le había pasado algo, vino volando.
— ¿¡Que pasa!?
—Nada, Carlos quiere verme.
Nada más decir esto se le cayó el mundo encima, no sabía que decir y miraba a su madre suplicando para que dijera algo.
— ¡Dile que venga a casa!
Maruja se quedó de piedra, no reaccionaba.
— ¿Cómo que venga a casa? pero no sabe en qué estado estoy sin salir de la habitación y sin nada que ponerme.
La madre intentando calmarla, le dice.
—Ya inventaremos algo, dile que venga.
Maruja, ya más tranquila responde.
— ¿Carlos, pueds venir a mi ksa a tomar un coffee?
—Genial, dime tu calle y mñn estoy allí. stás en madrid,no?
—Si, en la part + antigua de madrid, la cava baja, 18.
Tardo un tiempo en contestar.
—ok, ya e visto en google dnd vives, es muy bonito y x lo que veo hay muxos mesones. Mñn sbre las 4 stoy alli.
—Vale, nos vmos!.
Y corta la conversación. Esta nerviosísima, salta y canta dándole muchos besos a su madre.
— ¿Y ahora? ¿Qué hago? ¿Dónde me meto?
—Cariño, mañana cuando llegue le recibes en tu habitación.

JL deja de escribir, hace tanto calor que decide abrir las ventanas para que entre un poco de fresco y le vengan ideas nuevas pues se le están acabando.
No sabe si poner a Maruja de niña tonta con Carlos o hacer una Maruja independiente y moderna y a Carlos un chico moderno y guaperas o uno un poco feíllo.
Mientras JL va a la cocina y se prepara un vaso de horchata, que compró el otro día en el súper y está muy buena, está dándole vueltas al relato, quiere que acabe de forma sorprendente y no le sale nada. Con este calor no hay quien piense.
Y si, Carlos se presenta con un ramo de flores y unos bombones, para hacer un golpe de efecto o dos ramos y el otro para su madre. No sabe cómo enfocar la situación pues se le ha ido de las manos, no pensaba que iban a quedar en casa de ella.

Se recuesta en un sofá que tiene en la terraza y se queda dormido, esperando que se le ocurra algo.
Un abrazo a todos los adictos. Con tanto calor no se me ocurre nada más.
Vistas a hoy 17/06/2015 son 12745

sábado, 16 de mayo de 2015

Proyecto de abril-mayo: Desarrolla el micro. Fase B



Bases de la Fase B:

1. A partir del microrrelato que os haya tocado tendréis que desarrollar un relato más largo, respetando la idea e historia que se haya planteado en dicho microrrelato.
3. Habrá que añadir un encabezado a vuestro relato con los siguientes datos: nombre del autor del microrrelato con un link directo hacia la entrada donde publicó el microrrelato. Y por supuesto hay que añadir el microrrelato que dará pie al relato definitivo.

Nerea Garcia
http://luna-de-caramelo.blogspot.com.es/2015/04/proyecto-abrilmayo-adictos-la-escritura.html

Jl Durán  ------------- Nerea García



TRAICIONADOS




Fui la única que se negó a dejarle entrar en el grupo, no me fiaba de él, me transmitía desconfianza desde el primer minuto. Pero todos estaban a favor, no podía decidir sola.
Sospechaba de él en cada movimiento, los demás empezaron a posicionarse en mi contra, a todos les parecía un chico estupendo. Era muy amable con todos y también conmigo, a pesar de que mi actitud hacia él fuera todo lo contrario. Y comencé a creer que quizá no era tan mala persona, que todo aquello solo estaba en mi cabeza porque no quería compartir el grupo con alguien nuevo.

¿Si todos confiaban en él porqué yo no? Así que le di una oportunidad, intenté ser su amiga y me enamoró locamente. Pero sus promesas y actos de amor eran solo mentiras, al igual que todo lo demás. Nos había traicionado a todos.






Escondida en el armario, encima de los zapatos lloraba desconsoladamente. Sentía una rabia interior que no sabía cómo soltarla, cada vez que recordaba aquellos momentos tan felices.

Se acordaba de las palabras de amor, de los besos, de las caricias que Gabi le daba. De esas noches debajo de las estrellas en la terraza del chalet donde le entregó su virginidad con todo su corazón. De los viajes que hicieron a Marrakech al Riad que Gabi conocía, allí solos. Fueron unos días maravillosos, estábamos juntos y muy felices. Pasó por alto sus manías, no la importaba, era feliz.

Todo acabo cuando se dio cuenta de su embarazo. Gabi llegaba por la tarde del trabajo y le preparó una cena especial, se puso solamente el picardías transparente que a le gustaba. Cuando le oyó llegar se fue corriendo hacia su encuentro, Gabi se quedó boquiabierto  mirándola.
—Te quiero, te quiero mucho. — Decía Ester, dándole muchos besos.
Al final le dio un gran beso que no le dejaba respirar, Gabi se apartó un poco.
— ¿Qué pasa, estas muy bonita y sexy?
Con una mirada de ternura y cariño Ester le dijo.
— ¡Vamos a ser padres! Estoy embarazada.
En ese momento le cambio la cara, se puso tenso y la separo bruscamente.
— ¡Nunca, nunca! ¿No decías que tomabas pastillas? ¡No  lo quiero!
Ester, con un fuerte golpe emocional no sabía qué hacer.
— ¡Nunca, tienes que abortar!
Se le hundió la tierra, le flaquearon las piernas y cayo de rodillas.
—Gabi por favor, quiero tenerlo.
— ¿¡Si, pues yo no!? Eres una mentirosa, me has engañado y confundido con sus malas artes de ramera, te voy a enseñar.

La cogió por un brazo y arrastrándola la llevo a la habitación, la tiro a la cama y allí mismo la violó. Ester estuvo todo el tiempo llorando y cuando termino se fue dejándola sola. Volvió con una cuerda y le ato las manos a la espalda y el cuello a la pata de la cama, tenía que estar tirada en el suelo. Cada vez que le oía venir le entraba un pánico terrible, el entraba en la habitación desnudo y la violaba, después se iba. En una noche podía entrar tres o cuatro veces, la mayoría de las veces estaba bebido e incluso le daba patadas.

Ester se pasaba las mañanas tranquila, pero sin comer ni beber haciéndose todo encima. Poco a poco las ataduras de las manos fueron aflojándose hasta que una noche después de varias visitas de Gavi se logró desatar. Tenía que pensar y solo se le ocurrió meterse en el armario.

Pasaron los minutos muy despacio, no oía ningún ruido en la casa, tenía mucho miedo pues Gabi la podía matar, pero quería escapar. Abrió despacio el armario viendo la habitación, sucia y mal oliente y le entró sed, salió de la habitación muy despacio sin hacer ruido, desnuda y muerta de frio. Fue andando por el pasillo hasta llegar al salón y allí lo vio, tumbado en el sofá durmiendo. No se atrevía a moverse y hacer ruido, pero fue poco a poco acercándose a la puerta. Las llaves estaban puestas por dentro.

Le miro por última vez y cambio de idea. Se acercó poco a poco a Gabi y cogió la pistola que estaba encima de la mesita y le disparo hasta que se acabaron las balas.

Soltó la pistola, y comenzó a llorar. Era libre.


Un abrazo a todos los adictos.


El contador esta hoy a 12.296






lunes, 27 de abril de 2015

Proyecto de abril-mayo: Desarrolla el micro. Fase A


 Proyecto de abril-mayo: Desarrolla el micro. Fase A

Este mes nos saltamos las votaciones, aprovechando el empate que tuvimos el mes de marzo.
El ejercicio Desarrolla el micro lo haremos en dos fases: una en abril y la siguiente en mayo.
En la primera fase los autores tendrán que escribir un MICRORRELATO que posteriormente se repartirá por sorteo entre todos los participantes (la idea es que a nadie le toque su mismo relato).  En la siguiente fase los autores tendrán que desarrollar un relato de varias páginas a partir del microrrelato que le haya tocado.







El telegrama


Cada quince días, se iba a Madrid a dar una conferencia, y pasaba la noche con Piluca. Desde que engaña a Eva, su mujer, se siente culpable. Piensa que aún les queda un pequeño rescoldo que no sabe si desea avivarlo o dejarlo apagar. Eva después de siete embarazos y seis niños ha dejado de cuidarse, pero es cariñosa, tiene un carácter amable y dulce. No se parece en nada a su madre Maribel. Acabará con su matrimonio, vive con ellos para ayudarlos, aunque Álvaro hace poco por comprenderla: es repulsiva, le trata mal y le pone malas caras. El día que tenga coraje le dirá a Eva que su madre o el.
¡Ding! ¡Dong!.
— ¿Álvaro abres? 
—Voy.  — Perezosamente va hacia la puerta y abre. — ¿Que desea?
— Un telegrama, ¿me firma por favor? 
Nervioso, rasga el telegrama. Lee: "EVA EN LA UVI STOP VUELVE STOP MARIBEL”.


Un abrazo a todos los adictos.


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miércoles, 25 de marzo de 2015

Dos plumas



El ejercicio consiste en escribir un relato entre dos autores, desde la idea inicial hasta su ejecución final (como os organicéis dependerá de vosotros).

Autores: Sarai y Jose Luis.




Violet





Todos hemos visto pasar por el cielo  algún avión, pero pocos han visto volar uno rosa con letras doradas, VM. Un lujoso avión privado que pertenece a la señorita Violet, una chica  muy guapa de veinticinco años. Sus padres la han llamado con urgencia para que vuelva a los Estados Unidos y de mala gana ha interrumpido su caprichoso viaje por el Caribe. Su coraje no le dejo ver el nerviosismo en la voz  de su papá.

Violet llega a Nueva York antes de lo previsto y sin perder un minuto  llama a sus amigos. Hoy viernes, empieza la fiesta. Para ella un buen viernes se empieza gastando unos dólares en las boutiques de la gran manzana, comprando  desmedidamente ropa de diseñador y otras cosas sin ningún límite. Durante la noche visita cada uno de los antros y cantabares más caros de la ciudad.
Entre risas, música, bebidas y amigos llegó el sábado. Al fin los señores Marshall lograron comunicarse con su hija y tener lo que se dice una junta de emergencia. Llegaba malhumorada, no había dormido prácticamente nada y ya es medio día. El sol entraba por las amplias ventanas del lujoso departamento, atravesó la sala para poder llegar al balcón.

—Al fin te dignas en llegar. — dice su padre tratando de mantenerse en sus casillas.
—Violet, que parte de “nos urge hablar contigo” no has entendido. — reprendió la señora Marshall.
— Tranquilos ya estoy aquí. Digan, ¿Qué es más importante que ir a relajarme al spa?

Sus padres se miraron, creyeron poder tener las palabras indicadas pero en realidad no. El señor Marshall respiro hondo y  comenzó a hablar.

—Hija, las cosas a partir de mañana van a cambiar. Lo siento no sé cómo explicarlo... Discúlpanos por no haberlo dicho antes...
—Papá no entiendo,  ¿Por qué rayos dices que las cosas cambiaran? es perfecta nuestra vida. ¡Ah ya se! ¡Nos vamos de Nueva York a vivir a Europa! — anuncio a grititos y saltos, Violet siempre había deseado vivir en Europa.
— ¡No Violet! Eso no, cálmate y toma asiento. Deberías empezar a madurar, ya no eres una adolescente. — El señor Marshall  está a punto de perder la paciencia.
— ¿Qué cosa dices?  Esto parece divertido, está bien me sentare— Violet se empezaba a reír.

Ahora sí, su padre ya había perdido la paciencia. Y empezó a dar órdenes. — ¡A partir de hoy están prohibidas tus saliditas y tus supuestos viajecitos culturales! Sé que te la pasas de antro en antro.
La joven estaba confusa su padre jamás le había hablado de esta manera. Y cuando estaba a punto de hablar siguió con su discurso.
— Mañana nos vamos a las 4 a.m a la casa de campo. Llegaremos al medio día y hablaremos de lo sucedido. Tenemos cosas muy importantes que definir. Pasaremos los siguientes días allá con una familia muy importante que llega de visita al país. Así que, compórtate. Queridas las quiero espectaculares, ahora mismo se van  a la sala de spa. Violet sorprendida obedeció a su padre sin pero alguno, sabía que había algo más, su mente divago en muchas posibilidades pero ninguna fue acertada. Estaba muy lejos de la realidad.
Ya está todo listo para la llegada. Y esto aumentaba la curiosidad de Violet, no dejaba de pensar que las visitas fueran clientes de su padre. Pero este comportamiento le indicaba algo más. Y dos horas antes de la reunión el señor Marshall no podía retrasar más la noticia.
Los tres estaban en el salón. Hablaron un buen rato sobre el comportamiento de Violet quien de mala gana cumpliría con cada consejo.

—Papa ya sabes bien que no soy un desastre y sé estar a la altura de las situaciones. Contéstame lo principal ¿Quiénes son estas personas tan importantes y a que rayos vienen?— Violet pregunto de manera directa.
—No sé cómo empezar. — Titubeo el señor Marshall. No podía hablar. Y su madre tomo las riendas, no le gusta andar con rodeos.
—Violet hija, antes que nada debes saber lo mucho que te amamos. Todo empezó hace veinte años. El administrador de la empresa en la que empezó a trabajar tu padre le tenía envidia pues en poco tiempo logro ser la mano derecha y socio del jefe. Algo que el llevaba buscando durante años y lo no conseguía. Y lo que hizo fue llevar el negocio a la quiebra pero se las ingenió para que las pruebas acusaran a tu padre como el culpable. Lamentablemente su socio no creyó  que todo fuera una trampa. Tal era su coraje que tuvimos que escapar por un tiempo. Pero logro dar con nosotros y nos amenazó de muerte. Tu padre conoció a un hombre que sabía lo sucedido y después de toda una tarde de negociar logro darnos paz y bienestar.
— ¿Negociar qué?, ¿Cómo logro deshacerse del socio de papa?— el corazón de Violet daba un vuelco, no podía creer todo esto.
— Lo mato sin dejar huella— dijo de manera seca el señor Marshall. — Hija, estaba desesperado y aquel señor me dio una posible salida, así que me pidió que trabajara para él.
Vio mi capacidad para llevar negocios, así que yo era su llave para tener una empresa fuera de su país. Afortunadamente todo ha salido bien. Pero...
—Pero ¿Qué papá? Que más hay detrás de todo esto. Quiero saberlo todo.
— Violet, hubo otra condición, me rehusaba pero al final no hubo escapatoria. Acepte. La parte del trato es que su hijo y tú os casaríais al cumplir tu veinte años. Violet estas comprometida. Pronto te casaras.

Al fin el señor Marshall lo dijo con un gran dolor en su corazón. Violet se negaba y no dijo nada se sintió asfixiada y salió hacia su habitación. Violet sentía gran rabia, decepción y una profunda tristeza. Después lo único que pensaba era, ¿Qué pasara si no acepto casarme?

Se iba haciendo de noche y llegaron los invitados, llegaron los padres con Gerardo, el futuro marido de Violet.
— ¡Hija baja, que acaban de llegar! —Violet se estaba animando, no tenía que notarse que se había pasado la tarde llorando de rabia, tenía que comportarse y aún no estaba todo perdido.
— ¡Ya bajo! —contesto, cerro su habitación y comenzó a bajar las escaleras.

Allí estaban los amigos de su padre y su futuro marido. Lo vio por la espalda y no se lo creía, era fuerte, moreno y musculoso. Casi al llegar al final de la escalera notaron que Violet estaba allí y se giraron. No se lo podía creer, incluso era guapo.
—Hola Violet, encantado de conocerte. —Lo dijo con una voz tan dulce que se le olvido hasta como se llamaba.
—Lo mismo digo —pudo contestar a duras penas. Sin darse cuenta se ruborizo y miro hacia abajo, como arreglándose la falda.

Comenzaron a comer, discurriendo la cena muy relajada y divertida. Gerardo era muy amable y simpático y se había ganado a Violet. Al final hicieron un brindis por las dos familias, pero hasta ese momento nadie dijo nada de la promesa que existía.

— ¿Por favor Violet, podemos salir al jardín un momento? ¡Disculparnos un momento! —Dijo Gerardo a Violet, ayudandola a levantarse y salieron al jardín.
Violet, comenzó a temblar, sabía lo que venía ahora y no le importaba en absoluto, con Gerardo iría al fin del mundo.
—Violet, eres preciosa, te admiro mucho por tu entereza sabiendo lo que nuestros padres habían acordado hace mucho, no sé cuándo te has enterado, pero me enteré hace dos días.
—Me ha pasado igual, pero eres distinto a lo que había imaginado.
—Tengo un gran pesar, te tengo que confesar algo. No me atrevo a decirlo pero te lo tengo que contar todo. Soy gay. Si me lo pides, por ti sería capaz de cambiar pero quiero que lo sepas.

A Violet, se le hundió el mundo, tenía que casarse con un hombre que no conoce pero que resulta que le gusta y le sale gay. No sabía que decir y menos salir corriendo y decírselo a sus padres. Y lo peor de todo es que tendrían que casarse, así lo habían acordado sus padres. Comenzó a angustiarse, necesitaba un sitio donde descansar y meditar antes de enfrentarse a sus padres y a Gerardo. Busco con la mirada y vio un banco de madera.
—Gerardo, necesito sentarme, ¡vamos! —Gerardo la acompañaba como un corderito, se le notaba que estaba en otro sitio.
—Violet, ¿Qué te parece si te presento a mi novia? —Le dice Gerardo muy serio. Poco le falta a Violet para desmayarse, pero se quedo palida del todo.
— ¿Pero cómo dices novia, es chico o chica? —Dijo poniendo una cara de sorpresa, incredulidad y resignación. No se lo podía creer que le estuviera pasando a ella.
—Es chico, se llama Ramón. ¡Voy a buscarlo! Sabe nuestro problema y está aquí en el jardín.
— ¡Ramón, Ramón! — llamaba Gerardo. En esto que detrás de un matorral de rosas salió Ramón.

Si Gerardo estaba bueno, Ramón estaba mejor. Violet no se lo podía creer, toda la vida de fiesta en fiesta y nunca se había encontrado con dos tíos así. Ramón se acercó a la pareja dando a ambos un suave beso en los labios.
—Hola, queridos. Os he estado oyendo y he pensado que tengo la solución a todos los problemas. —Se hizo un silencio, se sentaron los tres en el banco, Violet en el medio. Ramón cogió las manos de ambos y les dijo.
— ¡Nos casamos los tres! 




Un abrazo a los adictos.



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