sábado, 18 de febrero de 2017

La mesilla









Fuentetaja, 18/02/2017
Ejercicio de clase, escribir la historia de la mesilla.
 

Ten cuidado con el niño, que no coma muchas chuches que le sientan mal. Advierte Maruja a su marido y a su hijo que se están preparando para irse.
Si mama, no te preocupes le contesta Quique, poniéndose la bufanda y el abrigo.
Si cariño, todo está bajo control dice Antonio, dándola un beso y una palmada en el culo.
Ir con cuidado, cuando lleguéis al Escorial me llamáis, darle muchos besos a la abuela.
Adiós cariño.
Adiós mama.
Se van muy contentos, mientras Maruja despierta a Carlota y a Miguel, pone la lavadora, prepara los desayunos: para uno la tostada con mermelada para el otro con aceite. No para, aún no ha desayunado y se está preparando para ir al mercado.
Mama, mama ¿A dónde han ido papa y Quique? pregunta Miguel
A casa de la abuela. ¿Querías haber ido?
No, pero ayer dijiste que la mesilla teníamos que llevársela a la abuela contesta Jaimito.
—¡Claro, la lleva tu padre en el coche!
Pues creo que no, ven mira por la ventana. ¿No es esa la mesilla?
               Maruja se acerca a la ventana y ve allí la mesilla, que tenía que llevarse Antonio, sola, en medio de la calle, esperando a que alguien se la lleve.
—¡Miguel, Carlota bajar corriendo y subir la mesilla! Se la pueden llevar y a la abuela la da un patatús. ¡Venga, rápido, daros prisa! Maruja desde la ventana ve como sus hijos la suben. Respira tranquila pero con una sonrisa maliciosa, coge el móvil y llama a su marido.
Antonio y Quique están por la autopista de A Coruña, van hablando de las mujeres y en especial de Julia, una buena amiga de su hijo. Están estudiando medicina  y a esa edad las amigas tienen mucha influencia.
Quique, hablando de mujeres, nos está llamando mama, pon el manos libres.
—¡Hola encanto! Estamos aún por la autopista, ¿Habéis desayunado ya? pregunta Antonio con voz alegre.
Antoñito, ¿Para qué vas al Escorial? dice muy dulce Maruja, para que no se le note el cabreo.
Pues, a llevar la mesilla a la abuelita ¿Por qué? pregunta Antonio un poco mosqueado y presintiendo que algo va mal. Que le llame Antoñito solo pasa cuando se acerca una tormenta con rayos y truenos.
Quique, cariño, haz el favor de volverte y mirar si lleváis la mesilla.
—¡Coño! ¡Coño! dice Antonio, dando golpes con la mano en el volante me la he dejado al lado del coche ¡La he dejado en la calle! Lo siento cariño.
Como siempre Antoñito, no pones interés en la cosas, siempre pensando en lo mismo. ¡Vuelve y llévate la mesita de una vez!
Si, cariño dice Antonio compungido y desviándose en la autopista para dar la vuelta.
Nunca me escuchas, cuando te hablo te entra por un oído y te sale por el otro. ¡Venir a por la mesilla! dice Maruja.
Si, mama.
Si, cariño. Ya volvemos.

Un abrazo a todos mis compis.

José Luis



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