miércoles, 26 de diciembre de 2012



Un desmemoriado en el anticuario infinito

Título clave: Consiste en hacer un relato a partir de un título que nos dé otra persona. Me ha tocado el título de Lionel H.




Calle de los anticuarios infinitos





Esta vez me ha costado mucho hacerlo, primero por ser el tercer relato que escribo para un público tan fantástico, ¡He tenido en el último relato más de 700 visitas, inaudito! Gracias a todos por ayudarme y ser tan generosos con vuestras críticas. Donde más fallo es en los diálogos y es lo único que escribo. Un abrazo a todos.


– ¡Hola, buenas tardes! –dice el abuelo. Al mismo tiempo que suenan las campanillas de la puerta en la Galería.

El abuelo va con un sombrero de ala estrecha a juego con el abrigo. Va dando pasitos pequeños. De aspecto entrañable, con gafas, bigote pequeño y  vestido con traje, camisa y corbata.

Ha entrado en la tienda, y no hay ve a nadie. Está buscando algo, da vueltas por la galería. Es infinita, hay muchos objetos por todas partes y parece que estén colocados sin ningún orden. El pobre hombre continúa buscando, mira a todos los objetos con mucha atención, y después de varios segundos exclama: “creo que no es esto”.  

– ¿Qué desea el señor? Le pregunta la dependienta una joven morena, alta y esbelta que le sobresalta.

 –No sé lo que estoy buscando, dice un poco perplejo, mirando a la joven con un gesto de vacilación.

– ¿No se acuerda? ¿Ha traído alguna nota?

–No sé. –dice el abuelo, suspirando y levantando las cejas.

–Bueno, a mi abuelo le apuntamos las cosas en cuadernitos, ¿Mírese en los bolsillos?   dice la joven.

–Pues no lo sé, vamos a ver. ¡Mira tengo una libreta! Saca la libreta del bolsillo de la chaqueta y se la da. – ¿Que pone?

La niña suspira y lee: “Tengo que comprar una lámpara para Macky, que no sea azul que lo odia; para poner encima de la mesita y que tenga muchos colores”.

– ¿Tienes lámparas así?

–Creo que sí, pero esto es tan grande que no sé por dónde empezar, ¿Buscamos juntos? Le pregunta la joven al abuelo.

–Gracias, aquí me perdería. Gesticula levantando los brazos.

La joven le coge de la mano y van juntos mirando las estanterías. El abuelo, cansado de tanto andar, va dando cada vez pasitos más pequeños.

– ¿Estas cansado abuelo?, le dice la joven. Mirándolo con una sonrisa.
–Sí, pero dime ¿Qué buscamos?

La joven le mira, y dice con infinita paciencia: “Una lámpara para tu nieta, abuelo”

–Me puedo sentar en ese sofá?
–De acuerdo, –contesta la joven.
– ¿Cómo te llamas? La pregunta el abuelo.

–Me llamo Charito

–Muchas gracias Charito, eres muy amable y cariñosa. ¿Buscamos un poco más?

–Mira esta lámpara, es de estilo tiffany, y no tiene azules ¿Te gusta? Le dice Charito al abuelo, con una larga sonrisa.

– ¿Y para qué quiero una lámpara tan bonita?

–Abuelo, has venido a comprar una lámpara. Le responde la joven con mucha amabilidad.

–Pues no me acuerdo, ¿Si tu lo dices?.

– ¿Dónde vives? Pregunta Charito.

–Pues no me acuerdo. Contesta el abuelo.

–¡Si, ya lo sé que no te acuerdas!

–Pues no me acuerdo, donde tú digas. Contesta el abuelo levantando los hombros.

–Espera, vamos a ver en la libreta…al principio de la libreta pone “Mario Celso, y vivo en la calle de Cava Baja 18, esquina con la calle del Almendro. Mi teléfono para llamar a mi hija es 91 999–88–77. Gracias”.

–Mira aquí tienes el teléfono y la dirección, estás a dos manzanas. Voy a llamar…

–Gracias, eres muy amable…, –Pero dime, ¿Quién eres tú? ¿Cómo te llamas?



[hasta hoy 1260]