miércoles, 31 de octubre de 2012


Proyecto de Octubre: Los dos mundos


Las niñas.


Qué silencio...., se puso a escuchar... no se oía casi nada, a lo lejos, ruido de coches. Mucha humedad, ¿Estaría lloviendo?

Tumbada se sentía a gusto, comenzó a pensar, que le hubiera gustado ponerse para ir a su encuentro, pero no era posible, solo tenía el vestido que la habían puesto. La hubiera apetecido ir lo más guapa posible, pero tenía que ir como estaba.

Faltaban veinte minutos para que comenzara la fiesta y aun se encontraba tumbada. Se levantó lo más rápido que pudo y comenzó a peinarse, recordaba, que cuando se peinaba, su marido la abrazaba por la espalda, inundándola de  besos en el cuello, como le gustaba,  tanto, que aún la daban escalofríos…

Llevaba tumbada desde que llegó, no sabría decir cuánto tiempo, demasiado. Deseaba volver a ver  a su marido y a sus dos pequeños, era una idea que la machacaba constantemente, y se lo había prometido a su marido, ¡Cariño, si puedo vuelvo! aunque tenga que estar intentándolo toda una eternidad.  Nada más pensarlo, la temblaban las rodillas. ¿Habrían cambiado mucho?, y sobre todo, ¿Habrá alguien en mi puesto?, no sabía cómo iba a reaccionar, aunque a ella ya no le importara mucho, le hervía la sangre solo de pensarlo. Desde que comenzó el viaje, quería una última oportunidad, y solamente saber que se lo podían conceder la reconfortaba hasta tal punto que se sentía llena de energía…

¿Has puesto todo abajo Marta?, instigaba nervioso Paco -   si papa, le respondía.

Todos estaban muy nerviosos,  hacía cinco años que ella se había marchado, un cáncer de mama decidió llevársela  cuando aún rebosaba juventud y ella les prometió que haría todo lo posible por volver. Los últimos años, se ha venido repitiendo la escena por estas fechas. Paco,  leyó en una revista, que el alma de los seres queridos renace en el “Día de todos los Santos”, buscó información, hicieron un pequeño altar en el sótano de casa, pusieron dos velas negras y un cristal apoyado en la pared, se les ocurrió poner una hoja de la ventana del salón, y la engalanaron con flores frescas que aportaban un aroma exquisito...

Faltaba poco para la gran hora, las doce de la noche, los pequeños estaban muy nerviosos, María de siete años, tenía mucho miedo y sus ojos estaban abiertos, expectantes... Paco, también lo tenía, por todos los medios necesitaba verla por última vez, siempre la echaría de menos, la presentía en el ambiente, era un torbellino que estaba por todos los lados; cuando se fue, la casa se le vino encima.

-¡Niñas!,  María, Carla, donde estáis?, poneros los vestidos que  a ella le gustaban! vamos rápido!!!!

- ¡Ya los tenemos puestos papa!

Todo estaba preparado...

La hora se acercaba, apagaron las luces dejando solo las velas, daba miedo, era sobrecogedor, reflejándose borrosa la imagen de los tres en el cristal.

Eran las doce de la noche, había un silencio sepulcral, y tal y como lo habían planeado, comenzaron a decir todos al mismo tiempo:

-¡Mama! ¡Mami! ¿Nos oyes? cada vez más fuerte, así una y otra vez...

Hubo un fuerte portazo, las velas se apagaron, y quedó un silencio aterrador, los tres estaban pálidos.  

Ligeramente comenzó a brillar poco a poco el cristal, al principio, solo se veía una neblina que iba cobrando forma. No respiraban, estaban absortos mirándolo. La nebulosa comenzó a tomar forma, alguien cubierto con un vestido blanco y un velo que se  transparentaba débilmente; un rostro aparecía, se fue notando que era ella, la sonrisa de sus labios transmitía una intensa luz que emanaba destellos y energía.

-¡Mama! decía la más pequeña- ¡mama!

-¡Mami! ¡Mami! -gritaba Carla-

-¡Preciosa, te quiero! decía el Paco con los ojos inundados de lágrimas....

De repente la pequeña dijo:

¡Mama! ¡Mama! ¿Me has traído algo?






martes, 2 de octubre de 2012


¡Hola a todos! 

Me tenéis emocionado y sorprendido; he estado buscando por la red sitios donde se pueda escribir y que además te motiven. Os he encontrado y por lo que he leído me parecéis un grupo de amigos, muy unido y con ganas de pasarlo bien escribiendo, y después de leer los requisitos para comenzar a escribir y crear mi blogs ¡Habéis entrado 26 a saludarme!  (No me habéis dicho nada, pero habéis entrado en mi página). Muchas gracias a todos, espero que os gusten mis relatos.

Me gustaría que me criticarais lo más posible, así aprenderé lo más rápido y mejor, no os importe hacerlo.
Voy a tomar el criterio de hilar cada historia con la anterior y si puedo con los mismos protagonistas, para dar continuidad a las situaciones y si lo consigo, podré tener algo así como una novela. ¡A lo mejor ya lo hacéis alguno! Perdonar, pero no he leído los relatos de todos, solo unos pocos de este mes. ¡Por cierto! Me habéis dejado hecho polvo, y con los pelos como escarpias; pues con el poco espacio que hay para escribir, lo habéis bordado y el tema era muy fuerte. ¡Tengo mucho que aprender!

Estoy esperando los nuevos deberes para este mes, ¡Hasta ahora….!